Lo primero, el sitio alucinante, como a mi me gusta perdido, escondido, y que deciros de la masia-refugio La Agustina una pasada,solo con decir que la población más proxima está a 12km. por pista forestal. Tranquilidad, silencio y lo mejor de todo !!! Ni Dios !!!, no nos cruzamos con nadie en los 5 días, exceptuando los desplazamientos y el día de la cumbre buenos almorzarets, buena compañia, no se puede pedir más.
El tiempo bastante complicado todos los días con lluvia, pero eso no nos echo para atras para subir al Peñagolosa, esta vez la subida fué al principio por una variante de la tradicional ascensión por la ermita que al final se junta con ella, mucho más larga, 6 horas ida y vuelta. La lluvia nos respeto hasta casi llegar a la cumbre, lo importante es que hicimos cima a pesar de lo que estaba cayendo y soplando, más parecia un día de invierno que de primavera.
Pudimos hacer otra excursión a la "Ruta de las Masías", interesante ruta tuvimos suerte y se nos cruzaron varios ciervos y muflones, eso si otra pateada de 5 horas bajo el "chirimiri".
Resumiendo una Semana Santa que, a pasar de estar pasada por agua, se disfruto a tope que al final es lo que importa y lo que te llevas.
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